El pasado viernes pudimos disfrutar del preestreno en exclusiva de ‘DREDD’, la nueva película del director de cine Pete Travis, gracias a la fantástica gente de Aurum,
que nos ofreció unos primeros minutos en 3D, versión original, y luego
su versión completa en 2D en versión original con subtítulos en español.
Me reservo mi juicio sobre el 3D hasta poder ver la versión completa,
aunque de primeras parece que la película aprovecha, mejor que otras,
sus posibilidades.
En su acertado reparto, el inexpugnable y genial en su papel de Juez Dredd, Karl Urban acompañado de la novata Olivia Thirlby, junto a
Lena Headey (Cersei Lannister en ‘Juego de tronos’), Domhnall Gleeson,
Santi Scinelli, Jason Cope, Deobia Oparei, Langley Kirkwood, Brandon
Livanos, Rakie Ayola, Allen Irwin, Joe Vaz y Scott Sparrow, entre otros.
En un futuro cercano, Norteamérica es una única y gran megalópolis
que se extiende a lo largo de su costa este: Mega City 1, una inmensa
ciudad que mezcla sus edificios más antiguos con grandes moles de
viviendas, mega-rascacielos, capaces de albergar a varios centenares de
miles de habitantes. Esta inmensa y violenta urbe cuenta con una
población de más de 400 millones de personas, cada uno de los cuales es
un infractor en potencia. Los únicos que intentan imponer el orden entre
semejante caos urbano son los jueces, a la vez agentes de la ley,
jueces, jurados y verdugos.
La perfecta personificación de estos jueces es Dredd (Karl Urban),
una leyenda viva de justicia blindada dedicado por entero a hacer
cumplir la ley. En una misión aparentemente rutinaria junto a Cassandra
Anderson (Olivia Thrilby), una juez novata dotada de grandes habilidades
psíquicas, se disponen a investigar de homicidio en uno de estos
peligrosos mega-rascacielos de la ciudad, un suburbio vertical de 200
pisos de altura controlado por el clan de la despiadada Ma-Ma (Lena
Headley).
Pero al intentar arrestar a uno de los principales secuaces de Ma-Ma,
ella decide cerrar a cal y canto todo el edificio y ordena a su clan
que dé caza a los jueces. Atrapados en una brutal e implacable lucha por
la supervivencia, Dredd y Cassandra se verán obligados a impartir una
justicia extrema.
Esta nueva adaptación del cómic homónimo ya llevado a la pantalla en
1995 con un desastroso resultado, cuenta con un bien usado presupuesto
de 45 millones de dólares, que sirven para, entre otras cosas, recrear con inusitado realismo la ciudad, su claustrofóbico aspecto original, y su alto nivel de delincuencia.
La película se aleja de cualquier fanfarronada para todos los públicos y tira por el camino de enmedio, sus altas dosis de violencia, su excesos con la hemoglobina se agradecen, demuestran la rudeza de la vida en esta ficticia y asquerosa urbe.
Karl Urban está excelente, fantástico, creible en su
implacable papel de juez ejecutor, su apariencia ayuda, y la decisión
de no quitarse el casco en toda la película parece de lo más acertada.
Su acompañante femenina en el reparto resuelve con solvencia su
cometido, Olivia Thrilby se ajusta su traje y no desmerece en su papel.
Está claro que el director sabe tratar con respeto la obra original,
con la seriedad oportuna y sin pretensiones innecesarias, sin alardes,
en una demostración palpable de cine de acción con mayúsculas.
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